¡Hola, querides!
Estas semanas me está costando mucho llevar todo al día porque estoy en época de entregar trabajos y exámenes y el cerebro se me queda seco como un corcho.
Espero que tú estés menos agobiade y te estés tomando este pre-verano con más calma. Mi experiencia es que mayo es un mes con muchos eventos, cursos y quedadas a las que no puedo ir por lo que te comentaba y a las que me gustaría ir porque una tiene una vida interior que necesita nutrir a base de emociones sociales y activismo. Pero es lo que me queda hasta mediados de junio, chique.
Hoy no quiero soltarte un rollo técnico sobre arte o prehistoria, de verdad. Hoy solo vengo a hablarte sobre un estilo bastante contemporáneo pero nada aburrido, en serio. De hecho, seguro que alguna vez has hecho scroll en Twitter o en Tumblr admirando obras de arte, fan arts y cualquier otra representación creativa muy bien hecha y te dices a ti misme que qué suerte tiene esta gente que posee el talento del arte cuando tú solo sabes hacer monigotes con un círculo y cuatro palos. Pues hoy te hablaré de esos monigotes y de por qué podría ser considerado arte de la misma manera que aquella ilustración AU de Link y Zelda comprando pal botellón del finde en el super de la esquina (No vamos a meternos en divagaciones sobre lo que es arte o no, eso pa otro día).
Te vengo a hablar sobre el Art Brut. Y ¿qué es el Art Brut? pues un estilo acuñado por un señor francés que pintaba y hacía sus cosas de artista durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Este señor era Jean Dubuffet, un tío bastante antisistema, para la época, cuyo arte se podría enmarcar dentro del Informalismo, una corriente de arte surgida como respuesta a la situación tras la guerra y a las corrientes más conservadoras del arte, como el minimalismo.
Lo que decía Dubuffet es que cualquiera podía hacer arte y además, aquellas personas que viven al margen de la normatividad académica del arte y de la propia sociedad pueden ser capaces de crear un arte más auténtico. Con estas mismas este tío francés se puso a experimentar sobre su propia obra para llegar a un estilo que mezclaba lo figurativo y lo abstracto y que bebía directamente de la narrativa del tema pero donde la técnica y los materiales no eran lo esencial de la obra. Pero su defensa del Art Brut fue más allá, fundando una compañía de artistas diversos, compuesta por presos, ex-pacientes de hospitales psiquiátricos, niños o amas de casa. Lo guay de esta compañía y de las exposiciones que se hicieron fue que las obras de arte no entraron en el engranaje de la capitalización y la especulación, protegiéndolas y almacenándolas. Actualmente las obras se encuentran en el Museo de L´Art Brut, en Lausanne.
El Art Brut está conectado con lo primitivo pero también reniega del arte psiquiátrico que en los dos siglos anteriores había sido tan popular como herramienta de diagnóstico o como terapia para los pacientes. Lo que defiende Dubuffet por encima de todo es que son aquellas personas marginadas o excluidas las que por medio del arte, utilizando diferentes soportes y herramientas, pueden crear obras de gran valor.
Josefa Tolrá nació en 1880 en un pueblecito cerca de Cabrera del Mar, en Barcelona, donde vivió toda su vida. Podemos enmarcar su arte dentro del Art Brut, precisamente por estar bastante aislada de los estímulos artísticos de la época y por no tener ninguna formación.
La muerte de dos de sus hijos en la guerra la llevaría a tomar la pintura como forma de expresión para calmar el dolor. Pero además, Josefa escuchaba voces, así que se puso a pintar básicamente lo que esas voces le decían. (Se la puede considerar una artista médium). Os dejo por aquí un par de obras que me gustan mucho.
🎨 Cositas 🎨
Como estoy en el limbo de exámenes no estoy leyendo nada nuevo y obviamente no estoy jugando al Zelda nuevo, así que me he puesto a gestionar mi granja del Stardew Valley en el móvil y con eso me resuelvo la vida entre asignatura y asignatura, pero de todas formas os traigo alguna recomendación.
Hace un tiempo jugué al Cozy Grove y casi casi lo terminé, me quedan tres o cuatro historias pero el juego sigue dando cosas, así que tendré que retomarlo en algún momento. Si te gustan los juegos de farming, hacer recados y las historias tristes, esta isla de osos penosos es tu movida (perdón). Lo de la pena no es broma, pero es preciosísimo y muy entretenido. Además, no perderás 8 horas diarias en jugarlo (tu pareja estará feliz o algo así yo qué sé) porque hay misiones diarias y otras para las que tendrás que esperar, pero llegado un punto no podrás hacer nada más hasta el día siguiente.
¡Un artista que está vivo! Kimo. Te dejo su Instagram.
A Chloe le gustaba Olivia. Poesía, edición bilingüe. Sáficas escribiendo por y para otras sáficas.
Que paséis un buen finde. Yo espero poder avanzar con un trabajo y estudiar un poquitito sin perder la cabeza.
Abracinos 💗